Me desperté y entendí que por primera vez estaba viviendo el presente. Un presente de felicidades inmediatas, amigos y amores sin nombre. Por primera vez no estaba pensando en un futuro que tal vez nunca llegue. Miré el reloj y disfruté ver pasar los segundos y minutos como el oleaje de un mar cálido que te invita a zambullirte sin titubear. Dejé de proyectarme y me acepté como soy y me gusté como soy: rencorosa y demasiado soñadora. No sé cuánto durará esta vida, pero vale la pena sólo por este día en que desperté y entendí que por primera vez estoy viviendo el presente.
FOTO: ROCÍO TROYÓN
FOTO: ROCÍO TROYÓN
2 comentarios:
En realidad, técnicamente, siemrpe vivimos el presente, lo maravilloso en tu caso es que lo ahays reconocido y aceptado y desde ahí revalorizar las cosas!
El tiempo es un continuo partido al medio por el presente. Lo que más me atemoriza es que de tanto ir hacia adelante va a llegar un momento en el que va a tener que ir hacia atrás. Lo hablamos en otro momento si querés, pero una de las causas es que nunca vamos a ver ciertas estrellas, hasta que nos enceguezcan.
La foto también está muy buena!
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