martes, 14 de octubre de 2014

Sueños etílicos


Ahogar en alcohol
injustificadas penas y
tomar las astas por el toro.
Como mar de tsunami
arrollar el dolor, doblegar 
el desconcierto, la angustia.
Arrojarlo al olvido
al menos por unas horas,
corroer con mi oleaje
tu estructura antimaremoto.
Aunque sea en sueños etílicos
humedecer tu esperanza
con la orilla de mi insania.
Como cruel tormento
rememorar tinieblas,
arrebatos de soledad,
arrebatos de lectura cíclica,
y despertar en la brisa.

domingo, 5 de octubre de 2014

Rocíos --- Sully Prudhome

Mientras yo sueño, el pálido rocío
cubre calladamente de perlas las llanuras.
La fría mano de la noche lo va dejando caer
sobre el terciopelo de las flores.

No llueve; el cielo está claro.
¿De dónde vienen esas gotas temblorosas?
Es que, antes de formarse,
ya estaban todas ellas en el aire.

¿De dónde vienen mis lágrimas,
si todos los arreboles del cielo
están esta noche llenos de dulzura?
Es que ya las tenía en el alma
antes de sentirlas en los ojos.

Tenemos en el alma una ternura
en que se estremecen todos los dolores,
y a veces es una caricia la que nos turba
y hace brotar las lágrimas.

Versión de Max Grillo

 

miércoles, 1 de octubre de 2014

Cuarto poema secreto a Madelaine- Guillaume Apollinaire

Mi boca tendrá ardores de averno,

mi boca será para ti un infierno de dulzura,

los ángeles de mi boca reinarán en tu corazón,

mi boca será crucificada
y tu boca será el madero horizontal de la cruz,
pero qué boca será el madero vertical de esta cruz.
Oh boca vertical de mi amor,
los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas,
los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza en su templo,
tu cuerpo se agitará como una región durante un terremoto,
tus ojos entonces se cargarán
de todo el amor que se ha reunido
en las miradas de toda la humanidad desde que existe.
Amor mío
mi boca será un ejército contra ti,
un ejército lleno de desatinos,
que cambia lo mismo que un mago
sabe cambiar sus metamorfosis,
pues mi boca se dirige también a tu oído
y ante todo mi boca te dirá amor,
desde lejos te lo murmura
y mil jerarquías angélicas
que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan,
y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava,
y me da tu boca Madeleine,
tu boca que beso Madeleine.


martes, 30 de septiembre de 2014

Cincuenta sombras liberadas --- E. L. James

"...Oigo un golpe en la puerta que me devuelve a la realidad. Entonces veo una maraña de largo pelo castaño, pálidas extremidades y botas marrones que aterriza de bruces en mi despacho. Pongo los ojos en blanco y reprimo la irritación que me sale naturalmente ante tal torpeza. Me acerco enseguida a la chica, que está a cuatro patas en el suelo. La sujeto por los hombros delgados y la ayudo a levantarse. 
Unos ojos azul luminoso, claros y avergonzados, se encuentran con los míos y me dejan petrificado. Son de un color de lo más extraordinario, un azul empolvado cándido, y durante un momento horrible me siento como si pudieran ver a través de mí. Me siento...expuesto. Qué desconcertante. Tiene la cara pequeña y dulce y se está ruborizando con un inocente rosa pálido. Me pregunto un segundo si toda su piel será así, tan impecable, y qué tal estará sonrosada y caliente después de un golpe con una caña. Joder. Freno en seco mis díscolos pensamientos, alarmado por la dirección que están tomando. Pero, ¿qué coño estás pensando, Grey? Esta chica es demasiado joven. Me mira con la boca abierta y yo vuelvo a poner los ojos en blanco...".


18-08-2014 / 29-09-2014 --------------------------------------------------------Fin de la trilogía

sábado, 20 de septiembre de 2014

El mar --- Pablo Neruda

NECESITO del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navios.
El hecho es que hasta cuando estoy dormido
de algún modo magnético circulo
en la universidad del oleaje.
No son sólo las conchas trituradas
como si algún planeta tembloroso
participara paulatina muerte,
no, del fragmento reconstruyo el día,
de una racha de sal la estalactita
y de una cucharada el dios inmenso.

Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,
incesante viento, agua y arena.

Parece poco para el hombre joven
que aquí llegó a vivir con sus incendios,
y sin embargo el pulso que subía
y bajaba a su abismo,
el frío del azul que crepitaba,
el desmoronamiento de la estrella,
el tierno desplegarse de la ola
despilfarrando nieve con la espuma,
el poder quieto, allí, determinado
como un trono de piedra en lo profundo,
substituyó el recinto en que crecían
tristeza terca, amontonando olvido,
y cambió bruscamente mi existencia:
di mi adhesión al puro movimiento.


sábado, 13 de septiembre de 2014

Cincuenta sombras más oscuras --- E. L. James

"Me quedo con la boca abierta. La buhardilla está irreconocible. La habitación está llena de flores... hay flores por todas partes. Alguien ha creado un maravilloso emparrado de preciosas flores silvestres, entremezcladas con centelleantes luces navideñas y farolillos que inundan la habitación de un fulgor pálido y tenue.
Vuelvo la cara para mirarle, y él me está observando con una expresión inescrutable. Se encoge de hombros.
-Querías flores y corazones- murmura.
Apenas puedo creer lo que estoy viendo.
-Mi corazón ya lo tienes.- Y hace un gesto abarcando la habitación.
-Y aquí están las flores- susurro terminando la frase por él. Cristian, es precioso.
No se me ocurre que más decir. Tengo un nudo en la garganta y las lágrimas inundan mis ojos.
Tirando suavemente de mi mano me hace entrar, y antes de que pueda darme cuenta, le tengo frente a mí con una rodilla hincada en el suelo. ¡Dios santo... Esto sí que no me lo esperaba! Me quedo sin respiración.
El saca un anillo del bolsillo interior de la chaqueta y levanta sus ojos grises hacia mí, brillantes, sinceros y cargados de emoción.
-Anastasia Steele. Te quiero. Quiero amarte, honrarte y protegerte durante el resto de mi vida. Sé mía. Para siempre. Comparte tu vida conmigo. Cásate conmigo.
Le miro parpadeando, y las lágrimas empiezan a resbalar por mis mejillas. Mi Cincuenta, mi hombre. Le quiero tanto. Me invade una inmensa oleada de emoción, y lo único que soy capaz de decir es:
-Sí...".

martes, 2 de septiembre de 2014

Cincuenta sombras de Grey --- E. L. James

"Llega el ascensor y entramos. Estamos solos. De pronto, por alguna inexplicable razón, probablemente por estar tan cerca en un lugar tan reducido, la atmósfera entre nosotros cambia y se carga de eléctrica y excitante anticipación. Se me acelera la respiración y el corazón me late a toda prisa. Gira un poco la cara hacia mí con ojos totalmente impenetrables. Me muerdo el labio.
-A la mierda el papeleo- brama.
Se abalanza sobre mí y me empuja contra la pared del ascensor. Antes de que me dé cuenta, me sujeta las dos muñecas con una mano, me las levanta por encima de la cabeza y me inmoviliza contra la pared con las caderas. Madre mía. Con la otra mano me agarra del pelo, tira hacia abajo para levantarme la cara y pega sus labios a los míos. Casi me hace daño. Gimo, lo que le permite aprovechar la ocasión para meterme la lengua y recorrerme la boca con experta pericia. Nunca me han besado así. Mi lengua acaricia tímidamente la suya y se une a ella en una lenta y erótica danza de roces y sensaciones, de sacudidas y empujes. Levanta la mano y me agarra la mandíbula para que no mueva la cara. Estoy indefensa, con las manos unidas por encima de la cabeza, la cara sujeta y sus caderas inmovilizándome. Siento su erección contra mi vientre. Dios mío... Me desea. Cristian Grey, el dios griego, me desea, y yo lo deseo a él, aquí... ahora, en el ascensor. 
-Eres... tan...dulce- murmura entrecortadamente.
El ascensor se detiene, se abre la puerta, y en un abrir y cerrar de ojos me suelta y se aparta de mí. Tres hombres trajeados nos miran y entran sonriéndose. Me late el corazón a toda prisa. Me siento como si hubiera subido corriendo por una gran pendiente. Quiero inclinarme y sujetarme las rodillas, pero sería demasiado obvio...". 

domingo, 31 de agosto de 2014

Por la sonrisa de mi viejo

A veces son inenarrables las cosas que uno puede llegar a pronunciar y desear enajenado por esa pasión antiquísima que hoy llamamos fútbol. En mi caso siempre digo lo mismo: "Cortale las piernas". Y cuando ese instinto asesino, bárbaro - que sale de mi boca al ver que el oponente se aproxima al arco-, llega a mis oídos, en ese preciso momento aclaro, para mis adentros (como para evitar un castigo divino en caso de que exista eso que así llaman): "no literalmente". 
Pero hoy no me importó el castigo celestial, la pierna del rival ni mi salvajismo a flor de piel. Hoy más que nunca necesitaba, quería, anhelaba que le corten la pierna a quien sea en esos últimos cuatro minutos adicionales, lo que fuera por una sonrisa, la sonrisa de mi viejo, esa que sólo Independiente logra robarle. Y no es una sonrisa de triunfo ni exitista, es una sonrisa de orgullo, de locura, de emoción desbordante, tal vez la misma que él vio en el rostro de su padre, de mi abuelo, ese que no conocí pero de quien tengo su sangre y su recuerdo en mis entrañas, cuando el Rojo ponía el alma en la cancha para dar vuelta un partido, el partido, una vez más.


viernes, 29 de agosto de 2014

Mar amante

El mar me purifica, me abraza, me envuelve. De pronto, mi cuerpo yace boca abajo y de espalda al cielo en el agua y siento como la respiración se convierte en mi única preocupación. Entonces escucho mi corazón, más vivo que nunca, que se desacelera armónicamente. Tengo el control total de mi cuerpo. Sin abrir los ojos, siento como el agua aterciopelada se cuela por mis dedos y fluye entre mis piernas y cada uno de mis órganos cobra su justa dimensión. Lo siento y me hago consciente de cada centímetro de mí mientras extiendo esa dulce agonía que me hace perder el poder. Entonces levanto la cabeza desesperada por una bocanada de aire que oxigene hasta la última célula de mi ser. Mi cara siente el viento que sopla de norte a sur, mis terminaciones nerviosas se excitan y sonrío presa de un éxtasis infinito.

FOTO: LEONARDO HERRÁN

lunes, 16 de junio de 2014

Catarata de pavadas - licencia mundialista

Tuve una pesadilla y hace dos horas que estoy dando vueltas en la cama sin poder dormir. Entonces mil pavadas se enroscan en mi cabeza y se pelean como titanes del Olimpo para ver cuál es la gran ganadora. Y pienso que mi suegra tiene razón, que es verdad que las pesadillas son "porque la noche anterior comés mucho". Aproveché el Día del Padre y la excusa de los nervios por el Partido y el permitido del fin de semana se extendió a lo salado, lo dulce, lo agridulce, lo agrio y cualquier tipo de sabor que mis papilas gustativas tuvieran la capacidad de detectar. Entonces recuerdo el origen de mi nueva superstición: tuve una pesadilla. Inmediatamente, me cuelgo en la Selección y en cómo nos silbaron los brasileños y pienso en la falta de amor que hay en este mundo, en lo maleducado que sería que invitara a alguien a mi casa a tomar unos mates y empezara a silbarlo, a silbarlo con todas las fuerzas de mi corazón. Y creo también que el polisíndeton a veces es inevitable. Entonces llego a la conclusión de que entre tanto silbido, hay una necesidad, una necesidad inconsciente. Y en ese momento, en ese preciso instante, se devela el gran misterio. ¡Por eso le pusieron Brazuca a la pelota! Nos provocan, es una gran ironía a nuestro mote despectivo, porque es cierto que para eso tenemos mucha creatividad, mucha más que ellos que todavía están pensando cuándo tendrán la posibilidad de reivindicarse con otra Apertura del Mundial (y me encanta tocar de oído, porque yo ni la vi). Y nos provocan porque nosotros tampoco los respetamos a ellos ni a nadie, porque somos soberbios y a veces queremos mal a nuestra propia bandera y hasta punteamos en el primero partido del Mundial, el primero, que es como juzgar la fogosidad de un hombre en el primer encuentro sexual. Entonces pienso que José Hernández fue un adelantado, que fue mejor que Julio Verne, que fue como el oráculo para Edipo, cuando puso en boca de Martín Fierro: "Los hermanos sean unidos/ porque ésa es la ley primera;/ tengan unión verdadera/ en cualquier tiempo que sea,/ porque si entre ellos pelean,/ los devoran los de afuera", porque justo cuando escribió eso, y después de dos horas de insomnio estoy más que convencida de que fue así, estaba pensando en Argentina, Brasil, los extraterrestres y el Apocalipsis. "Uh, ¿cómo llegué a esta conclusión?", pienso. Y es en ese mismo segundo cuando recuerdo el origen de este delirio, de mi nueva superstición y la coherencia que tiene que en pleno siglo XXI muchos sigan adorando que nuestro héroe épico sea un tipo borracho, violento, que abandona a la familia y no busca a los hijos. El mundo se cae a pedazos, falta tanto amor. Entonces pienso que la pesadilla quizás no fue tal.

viernes, 23 de mayo de 2014

Día esperanzador



De pronto se me ocurre que podría reinventarme. Vuelvo el tiempo atrás, borro el dolor, olvido la ausencia y bailo, bailo, bailo... Me reinvento en tus palabras y en mis recuerdos. Ya no importa que nada sea fácil.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Cómo debes ser besado --- Erich Fried

Cuando te beso,
no es sólo tu boca,
ni tu ombligo,
ni tu regazo
lo que yo beso.

También beso tus preguntas,
y tus deseos,
yo beso tus reflexiones,
tu incertidumbre,
y tu valentía,
tu amor por mi,
y la libertad que te ofrezco,
tu pie,
que hasta mí te trajo
y que de mí te alejará.

Te beso a ti, como eres
y como serás, mañana
y después,
y cuando los días conmigo
queden en el recuerdo.

viernes, 2 de mayo de 2014

Ausencia-s II

No estás en la brisa, cuando amanece y el frío congela mis pies agrietados de tanto silencio. No estás en el susurro de ese caracol que un día me diste como prueba de amor. No estás en la melancolía que sintoniza la radio al anochecer, ni en el desencuentro de los amantes de la historia que reposa almidonada en mi mesa de luz. No estás en mi insomnio, ni en mis sueños.

No estás en el eco del tren que sorprende mis madrugadas, ni en el claroscuro que divide el mar al atardecer. No estás en las sombras de mis recuerdos, ni en la libertad de mi pelo al viento en pleno otoño. No estás en mis mentiras, ni en mis verdades. No estás... Pero estás en estos versos.

martes, 29 de abril de 2014

Caminante no hay camino --- Antonio Machado


Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

miércoles, 19 de marzo de 2014

El amor según Donne

Pueden amar los pobres, los locos y hasta los falsos,
 pero no los hombres ocupados.

John Donne (1572-1631) Poeta, prosista y clérigo inglés

martes, 18 de marzo de 2014

Soñarte

Soñarte para mantener vivo el recuerdo, para que tu mirada me explique por qué ya no estás, para volver a abrazarte y entender que la muerte es sólo un estado nefasto del cuerpo, de la materia, de lo que no es más que un envase. Soñarte, reír con la complicidad de siempre y sentir que hay amores que no se extinguen a pesar del paso del tiempo y la angustiosa rutina. Soñarte y decirte lo que fue callado y sepultado bajo siete llaves. Soñarte y sentirme libre por tenerte otra vez a mi lado, aunque sólo sea durante unos segundos de inconsciencia nocturna.

jueves, 2 de enero de 2014

Mar

                            Mar que arrolla en sus olas mi melancolía, 
besa mis diminutos pies, amarra mi cuerpo.
                  Mar calmo y embravecido, 
amante de las soledades,
                              eternidad sublime es tu vaivén incansable.
                  Quiero ahogarme en tu recuerdo infinito
y despertar en las  aguas que te exornan
                  Quiero ser Atargatis y Parténope
y estrangular mi feminidad para conquistarte, 
                                        para saciar la sed de esta obsesión 
                               encendida un día por la natural belleza 

de tu inmensidad inconmensurable.