viernes, 3 de agosto de 2012

No ser parte

La soledad y la furia se están comiendo la ciudad, mientras cientos de miles de niños sueñan con un beso y un abrazo que quizás nunca llegue. Peor que no ser, es no ser parte. Excluidos y aislados en un mundo en constante disolución. 
No hay dolor más profundo que el desamor y el abandono.