jueves, 28 de abril de 2011

Poema sin nombre



Deshojarte la tristeza
entre mantas y besos
con sabor a miel y fresa.

Desmontar las armas
 raídas de las batallas
perdidas en recuerdos.

Darte el alma, la vida
en el ocaso, y robarte
el sol en pleno otoño.

Para amarte sin miedo,
acomodar mi corazón,
solitario, en tu pecho.


lunes, 25 de abril de 2011

Si mis manos pudieran deshojar --- Federico García Lorca



Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras,
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas.

   Yo pronuncio tu nombre,
en esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia.

   ¿Te querré como entonces
alguna vez? ¿Qué culpa
tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma,
¿qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡Si mis dedos pudieran
deshojar a la luna!

viernes, 22 de abril de 2011

Otra vez darle pelea al tiempo,
tatuarme en el alma tu esencia
y dejar tu recuerdo en libertad.



jueves, 14 de abril de 2011

Viva


Sólo pretendo inmiscuirme en tu mundo letrado, entre tus palabras y las manos que escriben versos de miel a medianoche. Enamorarme y desenamorarme día a día de esa suma indeterminada de signos arbitrarios que acortan la distancia entre nuestros cuerpos y un mismo deseo. Encontrarme en tus metáforas perdidas, inventar excusas para reinterpretar mis penas en tus ficciones y resguardar el alma en los recovecos de tu poética esperanza.  Ese pequeño lugar en tu mundo letrado, solamente eso, aunque sea en páginas e historias que se olvidarán con el tiempo, me alcanza y me sobra para sentirme viva.

lunes, 11 de abril de 2011

Supongamos

Supongamos que no dudo ni un segundo de lo que prometiste, que creo que alguna vez realmente pensaste en hacerlo realidad y que los avatares de la vida cambiaron el rumbo. Supongamos que no estabas con otra ni pensabas en otra. Supongamos que quisiste darlo todo por mí y no era el momento indicado. Supongamos que en la vorágine te olvidaste de la dulzura y de mi sonrisa. Supongamos que hiciste lo imposible por alejar los fantasmas. Supongamos que me amaste y que todavía me amás. Supongamos que todavía no aprendiste a demostrarlo. Supongamos que te creo.


domingo, 10 de abril de 2011

No pensarte


Pensar en vos es un desgaste físico y mental agotador. Pero ese no es el problema. El asunto acá es no pensarte, no poder no pensarte y saber que estás pensando lo mismo. Nuestros encuentros sorpresivos siempre son iguales: vos te quedás plantado, inmóvil, y yo sonrío y trato de cortar los silencios sin cuchillo. Pero a veces no se puede, a veces el aire nos quema y la incertidumbre envenena nuestros estómagos. Entonces en nuestros encuentros sorpresivos, no te miro a los ojos ni guardo tu mirada en mi memoria, apenas percibo el perfume en tu cuello al saludarte. Pero el asunto es no pensarte. No pensarte como lo hice alguna vez, creyendo lo inexistente.

lunes, 4 de abril de 2011

Despertar


Desperté queriendo despertarme despertándote a besos. Y aunque vos sólo pensabas que era cuestión de insomnio irresoluble, mi despertar -anticipando siempre al maldito despertador- era pura estrategia. Durante esos quince minutos entre el tic-tac del reloj y el sol anunciándose por la ventana, podía contemplarte en calma. Me gustaba mirarte y escucharte balbucear palabras sin sentido, dar vueltas en la cama tratando de despertarte intencionalmente sin culpa, acariciarte suavemente la cara con mi respiración y observar tu queja entredormida e imperceptible. Desperté queriendo despertarme despertándote a besos, y comprendí que los recuerdos más hermosos también son los más tristes.