viernes, 13 de noviembre de 2015

Fahrenheit 451- Ray Bradbury (1953)

El Mar es Fe 
Estuvo una vez lleno, envolviendo la tierra. 
Yacía como los pliegues de un brillante manto dorado 
Pero, ahora, sólo escucho 
Su retumbar melancólico, prolongado, lejano, 
En receso, al aliento 
Del viento nocturno, junto al melancólico borde 
De los desnudos guijarros del mundo. 
Oh, amor, seamos sinceros 
El uno con el otro. 
Por el mundo que parece 
Extenderse ante nosotros como una tierra de ensueños,
Tan diversa, tan bella, tan nueva, 
Sin tener en realidad ni alegría, ni amor, ni luz, 
Ni certidumbre, ni sosiego, ni ayuda en el dolor; 
Y aquí estamos nosotros como en lóbrega llanura,
Agitados por confusos temores de lucha y de huida 
Donde ignorantes ejércitos se enfrentan cada noche.