viernes, 17 de junio de 2011

Soy --- Jorge Luis Borges

Soy el que sabe que no es menos vano
que el vano observador que en el espejo
de silencio y cristal sigue el reflejo
o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.

Soy, tácitos amigos, el que sabe
que no hay otra venganza que el olvido
ni otro perdón. Un dios ha concedido
al odio humano esta curiosa llave.

Soy el que pese a tan ilustres modos
de errar, no ha descifrado el laberinto
singular y plural, arduo y distinto,

del tiempo, que es uno y es de todos.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.


viernes, 10 de junio de 2011

Correr, correr...



Correr las sombras. Esquivar personas sin sonrisas ni tristeza. Correr el tren. Lanzarse a saltos que cortan el viento al ras del suelo para alcanzarlo. Correr el día y la noche. Despertar a las tres de la madrugada, mirar el reloj, dormir y reabrir los ojos a las cinco y media. Desesperar por el tiempo que avanza entre insomnios lascivos. Correr el desayuno. Encender al máximo el fuego, la leche que no hierve y apurar la tostada sin dulce que enriquezca esta amarga rutina. Correr la lluvia. Cerrar las ventanas y perderse la frescura de la tierra húmeda invadiéndolo todo. Correr el ocio. Ver un zapping de entretenimiento invisible. Correr la amistad. Sumar amigos sin identidad en un mundo de conexiones infinitas. Correr, correr… correr a prisa, sin detenernos. No parar, no mirar alrededor. No reconocernos en aquellos que corren, corren a prisa, sin detenerse. Correr, correr hasta ese punto donde volvemos a empezar. Correr, correr, a ningún lugar.