jueves, 2 de diciembre de 2010

Pedacitos de mí




A veces temo estar perdiendo el tiempo sin encontrarme. El miedo me paraliza ante una muralla de destinos inciertos y lugares que me esperan. No sé cuándo, pero en algún momento dejé pedacitos de mí en recovecos desconocidos. Algunos días me despierto con la convicción de armarme nuevamente y comienzo a trazar el recorrido a parajes que habitan mi mente como obsesiones: Quequén, Iguazú, Costa del Este, San Vicente, Ministro Rivadavia, La Cumbrecita. Quizás el único denominador común sea ese secreto por descubrir y ese algo de mí que me espera en la calma de las sierras, el mar y lo desolado.

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