domingo, 10 de abril de 2011

No pensarte


Pensar en vos es un desgaste físico y mental agotador. Pero ese no es el problema. El asunto acá es no pensarte, no poder no pensarte y saber que estás pensando lo mismo. Nuestros encuentros sorpresivos siempre son iguales: vos te quedás plantado, inmóvil, y yo sonrío y trato de cortar los silencios sin cuchillo. Pero a veces no se puede, a veces el aire nos quema y la incertidumbre envenena nuestros estómagos. Entonces en nuestros encuentros sorpresivos, no te miro a los ojos ni guardo tu mirada en mi memoria, apenas percibo el perfume en tu cuello al saludarte. Pero el asunto es no pensarte. No pensarte como lo hice alguna vez, creyendo lo inexistente.

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