martes, 30 de septiembre de 2014

Cincuenta sombras liberadas --- E. L. James

"...Oigo un golpe en la puerta que me devuelve a la realidad. Entonces veo una maraña de largo pelo castaño, pálidas extremidades y botas marrones que aterriza de bruces en mi despacho. Pongo los ojos en blanco y reprimo la irritación que me sale naturalmente ante tal torpeza. Me acerco enseguida a la chica, que está a cuatro patas en el suelo. La sujeto por los hombros delgados y la ayudo a levantarse. 
Unos ojos azul luminoso, claros y avergonzados, se encuentran con los míos y me dejan petrificado. Son de un color de lo más extraordinario, un azul empolvado cándido, y durante un momento horrible me siento como si pudieran ver a través de mí. Me siento...expuesto. Qué desconcertante. Tiene la cara pequeña y dulce y se está ruborizando con un inocente rosa pálido. Me pregunto un segundo si toda su piel será así, tan impecable, y qué tal estará sonrosada y caliente después de un golpe con una caña. Joder. Freno en seco mis díscolos pensamientos, alarmado por la dirección que están tomando. Pero, ¿qué coño estás pensando, Grey? Esta chica es demasiado joven. Me mira con la boca abierta y yo vuelvo a poner los ojos en blanco...".


18-08-2014 / 29-09-2014 --------------------------------------------------------Fin de la trilogía

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