La más bella niña de nuestro lugar, hoy viuda y sola, ayer por casar, viendo que sus ojos a la guerra van, a su madre dice, que escucha su mal: | No me pongáis freno ni queráis culpar, que lo uno es injusto, lo otro por demás. Si me queréis bien, no me hagáis mal, harto peor fuera morir y callar, | |||
Dejadme llorar orillas del mar. | Dejadme llorar orillas del mar. | |||
Pues me distes, madre, en tan tierna edad tan corto el placer tan largo el pesar, y me cautivastes de quien hoy se va y lleva las llaves de mi libertad, | Dulce madre mía, ¿quién no llorará, aunque tenga el pecho como un pedernal, y no dará voces viendo marchitar los más verdes años de mi mocedad? | |||
Dejadme llorar orillas del mar. | Dejadme llorar orillas del mar. | |||
En llorar conviertan mis ojos, de hoy más, el sabroso oficio del dulce mirar, pues que no se pueden mejor ocupar, yéndose a la guerra quien era mi paz, | Váyanse las noches, pues ido se han los ojos que hacían los míos velar; váyanse y no vean tanta soledad, después que en mi lecho sobra la mitad, | |||
Dejadme llorar orillas del mar. | Dejadme llorar orillas del mar. |
AROMAS, MUNDOS, CANCIONES, CARICIAS, LIBROS, LOCURAS, PALABRAS Y AMORES COMO PUENTES PARA ALCANZAR LO QUE HASTA HOY ERA IMPOSIBLE...
miércoles, 31 de agosto de 2011
La más bella niña --- Luis de Góngora (1580)
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