La vida no es nada, se evapora en un abrir y cerrar de ojos. La vida se pierde entre tu mirada y el último beso que me diste sin saberlo. Así se disuelve, entre esa vulgar y hermosa rutina de gestos que lo son todo. ¿Cuántas veces nos despedimos sin sospechar que sería para siempre? No quiero tu adiós ni su partida. No quiero que la vida se evapore en un abrir y cerrar de ojos, a menos que sean los tuyos besándome y jurando amor eterno por un instante. Por ese instante en que tus párpados caen para volver a encender la ilusión quién no daría la vida.
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