sábado, 11 de septiembre de 2010

Conclusión I


 La cultura determina al hombre de tal modo que sólo puede reconocer que está enamorado cuando imagina al otro, la casa, los hijos y el perro.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aaahhh surtió algún efecto Ernesto. Colmó los puentes!

Anónimo dijo...

Eso te pasa a vos.

A mí no.

Ro dijo...

Anónimo 2: ¿No te pasa? ¡quizás sos extraterrestre o no te enamoraste, jajaja! ¿quién sos? Saludos.

Laura dijo...

Ja, ja! Y también cuando imagina a la gata!