-Buenas tardes, doctor.
-Buenas tardes, señorita.
-¿Qué le ocurre? ¿Por qué llora?
-No, doctor, no estoy llorando. Justamente por eso vine. Hace un tiempo ya que no para de caerme agua de los ojos.
-Mmm... lo veo... ¿y cuál es la frecuencia del llanto?
-No es llanto, doctor. Diría que intermitente y constante.
-Mmm... entiendo..., ¿qué otros síntomas tiene?
-Mmm... no sé... no sabría si realmente son síntomas... a veces viene acompañado de mocos, pero no una gran cosa, si no más bien algo así como más agua que cae de la nariz. Otras me agarra una especie de ahogo que va desde la boca del estómago hasta la garganta. En ese momento, cae más agua de los ojos y después, cuando empieza a mermar la molestia, me sale menos.
-Bien, ¿tuvo fiebre, vómitos o diarrea?
-No, doctor.
-¿Podría estar embarazada?
-No, doctor, a menos que mi cuerpo esté gestando un bebe hace 24 años.
-¡Bien! Descartamos el embarazo entonces. ¿Cuántas veces al día va al baño?
-Ehhh, no sé, lo normal, tres, cuatro, cinco... realmente no lo conté.
-Déjeme tomar nota, ¿toma alguna medicación?
-No, doctor.
-Mmm... déjeme ver... siéntese ahí, por favor, voy a ver cómo está su respiración...
-¿Qué cree que puede ser, doctor?
-¿Me dijo que no tiene otros síntomas?
-No.
-¿Y en qué momentos es más frecuente?
-Mmm... cuando miro películas, cuando como, cuando leo, cuando estoy trabajando... el otro día también me agarró cuando estaba explicando la diferencia entre sinalefa y sinéresis... cuando no me demuestran cariño las 24 horas del día, cuando me contesta mal la cajera del supermercado, cuando pongo el lavarropas, cuando se quedaron sin faina en la pizzería... mmm... realmente no sabría especificarlo, creo.
-Bien. No se preocupe. Va a tomar 50 miligramos de T4 de lunes a viernes y los fines de semana tres dosis de tequila, dos al mediodía y una a la noche, siempre después de comer.-¿Tequila, doctor?
-Sí, tómelo y en un mes me viene a ver.
-Pero, ¿qué tengo, doctor? ¿es grave?
-No, señorita, no se preocupe, es un síndrome muy común en personas como usted.
-¿Personas como yo?
-Sí, personas que lloran todo el día.
-Pero... no es llanto, doctor. Si veo que no para, ¿puedo venir antes?
-Sí, señorita.
-Bueno, muchas gracias.
-De nada, joven. La espero en un mes. Deje la puerta abierta al salir, por favor.
-¡¿Está insinuando que le inundé el consultorio?!
...djfhsdjgfdjgheurghefgjnvjcmerhygceurignve...
-No, señorita, ¿qué le ocurre? ¡Tranquilícese, por favor!
-Perdón, doctor, ese es el síntoma que le dije que no sé si es síntoma.
-Entiendo, señorita, quédese tranquila.
-¡Disculpe de nuevo, doctor! Dejo abierto. Hasta luego.
-Hasta luego