"...Mientras que el mercado y la academia escriben a favor de sus convenciones, la literatura que me interesa -la literatura de izquierda- sospecha de toda convención, incluidas las propias. No busca inaugurar un nuevo paradigma, sino poner en cuestión la idea misma de paradigma, la idea misma de orden literario, cualquiera sea ese orden. Es una literatura que escribe siempre pensando en el afuera, pero en un afuera que no es real; ese afuera no es público, la crítica, la circulación, la posteridad, la tesis de doctorado, la sociología de la recepción, la contratapa, la palmadita en el hombro. Ese afuera ni siquiera es la tradición, la angustia de las influencias, otros libros. No. Ese afuera convencional está vedado para la literatura de izquierda, porque la literatura de izquierda está escrita por el escritor sin público, por el escritor que escribe para nadie, en nombre de nadie, sin otra red que el deseo loco de la novedad. Esa literatura no se dirige al público: se dirige al lenguaje..." (pág. 15).
AROMAS, MUNDOS, CANCIONES, CARICIAS, LIBROS, LOCURAS, PALABRAS Y AMORES COMO PUENTES PARA ALCANZAR LO QUE HASTA HOY ERA IMPOSIBLE...